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domingo, 15 de septiembre de 2013

El círculo se cierra: Página 25

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He colgado un zip con todas las páginas, los epílogos extra de Gloria de las sagas, los dibujos y los fanarts para quien le interese o quiera releerlo. Ahora vamos con la despedida.


Y ya está. Se acabó. El agujero se cierra y expulsándonos su mundo. Si tuviera que hablar sobre dónde empieza el cuarto muro posiblemente comentaría que el hecho de empezar la historia ya lo rompe por primera vez. Nos colamos por una ventana a otro universo donde vemos vidas preparadas de tal forma que significan cosas o que eliminan las que no son interesantes. Podemos movernos hacia adelante y hacia atrás, parar el tiempo y revivir una y otra vez un suceso. Vemos enfoques y encuadres que nos cuentan cosas, leemos pensamientos invisibles, vemos descripciones más allá de los sentidos. Rompemos la barrera de ese universo de tal forma que lo percibimos de una forma que no es natural ni posible para quien viva allí.

A menos que decidas que el cuarto muro es una ley más de la naturaleza que controla y define las cosas y que los personajes pueden aprovechar del mismo modo que ocurre con la electricidad o la hidrodinámica en nuestro universo. Pero tienes que estar muy loco para eso.

En cuanto a ese nuevo mundo virgen para explorar es el mundo donde nacen, crecen y mueren mis historias. La cuestión es que cuando te dedicas a fabricar historias y cuentos, la imaginación no se va gastando como el queso o el pan, en realidad crece y se expande sin control. De cada historia salen cinco nuevas y cuanto más la usas más crece (la calidad y originalidad de los resultados, me temo, es un asunto aparte). Con dos bolas es mi primer webcómic, por lo que ha sido el que ha preparado la tierra para que sea fértil y crezcan los demás. He aprendido cosas con él y me ha ayudado a crear nuevas cosas. Por eso crece toda esa naturaleza. No deja de ser la Fantasía de Michael Ende. Camino a hombros de gigantes. Pero también digo lo de que es el lugar donde ocurren el resto de mis webcómics de forma más literal, por lo que a mí respecta todos suceden en el mismo universo. Acabo de expandir la trama de Con dos bolas a cualquier otra cosa que cree por medio del agujero. Y vosotros pensabais que había terminado de jugar con el cuarto muro, je. Aunque tras decir esto ahora debo dar la siguiente explicación.

Ahora que ha terminado es el momento de desvelar el último detalle que me guardaba sobre la trama. El argumento de Con dos bolas es que es mi primer webcómic. Simple y sencillo. Apenas poco después de que me decidiera a empezar un webcómic y tras pensar un pequeño puñado de chistes, se me ocurrió de golpe la trama. En un par de horas tenía planeado el intrincado viaje de Bolo para cambiar el destino sacrificándose por su hermana a lo largo de varias parodias/pruebas de géneros en las que los protagonistas se desarrollaban al probar una faceta nueva y que paralelizaba los sucesos de otra pareja similar en otro mundo. En un par de horas hice un webcómic que me ha llevado cinco años y medio terminar.

Por un lado tenía el asunto del aprendizaje. Como en cualquier otro webcómic primerizo tenía que ir aprendiendo cosas y como cualquier otro webcómic primerizo tenía una historia extraña y peligrosa aderezada con un montón de tiras sueltas. Convertí ese progreso de intentar aprender a usar personajes y desarrollarlos en parte del guión, y además empecé las sagas cuando sentí que había aprendido y mejorado lo suficiente como para poder atreverme con ellas. De algún modo, siento convertí el hecho de ponerme a dibujarlas en parte de la trama, ya que estaba convirtiendo el webcómic en la epopeya de cómo se hace el primer webcómic. Y es que a eso hay que añadirle que como era mi primer webcómic se estaba autoanalizando y mis mejoras y errores eran parte del propio argumento. Me va a costar hacer algo más meta que esto.

Por el otro lado tenía el asunto de hacer crecer a los personajes. Fijándonos en los sucesos, podemos decir que Bolo y Bala son dos bichos zanganeando en un plató que está libre mientras se prepara una historia. Es decir, que todo el webcómic en realidad ocurre previamente a otro pero lo estamos viendo porque nos hemos colado antes de tiempo, como si ves a la gente preparando el decorado en un teatro. Siempre preferido a un personaje sin pasado pero que hace cosas a uno con un pasado enrevesado pero que luego no hace nada. Deben ganar los personajes que se han hecho importantes, Víctor y Gloria estaban condenados a perder aunque fueran una versión de Bolo y Bala con pasado algo interesante.

Combinando ambas cosas tenemos las sagas en las que me dedico, a ratos metiéndome en ellas, a prepararles para el final. Cuando lo piensas fríamente las historias se reducen a preparar a los personajes para el final de la obra haciendo que aprendan cosas o cambien su carácter. De ahí surge un problema, los libros no cambian. A falta de un símil mejor, el final está escrito. ¿Por qué debería entonces preocuparnos lo que ocurra? ¿Por qué debería parecernos interesante? Nadie puede hacer nada para que sea distinto, las palabras escuchan la voluntad del autor y la de nadie más. Los personajes no pueden hacer nada respecto a lo inmutable. Sin embargo, hay una solución. Atar al mundo con sus propias consecuencias. Hacer que no luchen contra una decisión azarosa, si no contra el destino despiadado e invencible. Cambiar lo inmutable por lo inevitable. No es casualidad que Bolo luche contra el destino en forma de voluntad del guión. Y podemos afirmar con cierta seguridad que no era la sangre de Bala la que quería el guión. El destino es cruel.

A fuerza de todo ello el webcómic se impregnó de detalles como el carácter manifestándose como superpoderes, la unión tiempo-historia, La Consultora intentando poner orden en un guión descabezado, la astronomía de la que he hablado varias veces, Gloria hablando con el lector en los extras de los zips técnicamente fuera del webcómic porque todavía está en otro mundo o el que posiblemente es mi favorito, Cuarto-tan siendo traviesa, inocentona e inmanejable. Como cierto webcómic que yo me sé. No podemos dejar de lado ahí la relación entre Cuarto-tan y La Consultora.

Pero siempre me puse por objetivo que el webcómic primero tenía que ser divertido, y luego ya si eso el resto. Si no intentas que sea divertido y entretenido leer algo, no tiene sentido. Además me gusta que el simbolismo sean cosas que simbolizan cosas, no una sarta de elementos lisérgicos que no encajan porque queda muy artístico. Por eso seguí el esquema clásico de webcómic primerizo (o el que era el esquema clásico cuando empecé) de serie de tiras sueltas con gag, dejando mis paranoias metalingüísticas con un poco más de fondo procurando que no molestasen y que sirvieran a la diversión en lugar de al revés, y reservé la parte más personal para el final donde el lector puede ignorarla con facilidad y fingir que no existe si así lo desea. Ay, el final.

Las cosas claras, si Con dos bolas lo hiciese ahora lo haría de una forma totalmente distinta. No voy a culpar a nadie por no gustarle el final. Se nota que es un guión hecho con cinco años menos de experiencia en el momento que descubrí los webcómics y no me sorprendería que pasase a lo peor que he escrito. Lo bueno es que tengo webcómics en los que he enseñado cómo lo haría ahora. Lo malo es que no puedo hacer por segunda vez “en mi primer webcómic hablo sobre la experiencia de hacer mi primer webcómic explorando y entendiendo el medio”. A pesar de todo no cambiaría lo que he hecho, porque con el paso del tiempo le cogí mucho (quizás demasiado) cariño y porque es una experiencia demasiado única que se crea a sí misma. Salvo lo de Las bolas del dragón, esa parte la quemaría.

Y acaba el webcómic que va sobre cómo hacer un webcómic. Intentaré que un día pueda permitirme hacer cómo hacer bien un webcómic. No cuento con ello, pero el proceso será divertido.

Se me debería hacer mucho más raro no volver a sentarme una vez por semana para dibujar a dos bolas con pies, pero me he pasado varios años haciéndome a la idea. Aunque realmente es porque he mantenido las manos ocupadas y tengo muchas cosas para quien quiera seguir viendo las ideas de bombero que se me ocurren.

Primero mi otro webcómic principal, Pequeños Tiranos. La gente dice que está bien y después de varios años trabajando en él ya tiene un par de centenas de tiras. Cachondeo de tiras autoconclusivas con dos niños psicópatas. Casi igual que Con dos bolas pero con el cuarto muro entero y con tiras autoconclusivas.

En PONIES!!! (mi otro otro webcómic principal) tengo el ejemplo de cómo haría ahora el cómic absurdo que al final resulta que tiene una historia con moralejas serias y la hostia. Es un fan-cómic de MLP, eso sí, aunque ha conseguido gustarle a gente que no le interesa la serie.

Con HRandt a los lápices estoy haciendo Azúcar no, Sacarina (mi... principal webcómic colaborativo). Gente de charla en un bar en plan tira de periódico pero sin hablar de política. Sencillo y sin paranoias, lo prometo.

También está DiCK, el de meter los chistes más idiotas que se me ocurren y no valen para el resto de cómics o para vomitar un poco que a veces es sano. Este es el único que no actualiza una vez por semana como un clavo, pero tampoco es que sea serio.

En el que sí hago el imbécil con puntualidad cada semana es en Cómo no hacer un webcómic, webcómic que comparto con Fadri y Kalitro y en el pasado con Willy Galleta, Thau y pziko. Los mejores compañeros que se puede tener para hacer el cabra mientras nos enseñamos unos a otros cosillas para evitar errores.

Fantasía Canija fue mi primer webcómic en conjunto con la ayuda, de nuevo, de pziko. Aventuras de fantasía épica de coña que no actualiza porque acabamos cancelándolo a la mitad. Podéis mirarlo si tenéis curiosidad por ver mi intento de cómic con páginas conclusivas.

Estos tampoco actualizan, pero porque están terminados. Married Life es un webcómic-de-50-tiras siguiendo la línea de copipastear cincuenta veces un dibujo y cambiar los diálogos siguiendo un tema común. En este caso, hacer Married with children versión cómic. Versión cómic protagonizado por hombres estatua. Donde caen los anillos en cambio es lo que describí como “el cómic en el que no pongo chistes en las tiras”, pero es un dramón esperpéntico hecho con sprites de Sonic. Creo que es de esas cosas que hay que ver para creer.

Y por último... por último está Imagination. Podéis considerarlo la secuela espiritual de Con dos bolas, donde seguiré dándole vueltas al tema este de las historias y los webcómics. Y es que esto es sólo la punta del iceberg. Lo bueno es que será completamente distinto así que no tendréis que temer otro final (tan) tuerceculos. Lo comenzaré cuando esté preparado, ni antes ni después. Igual que con las bolas.

Es un mundo mágico. Vamos a explorarlo.
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